Sal, barcos y rutas 🎣

En plena Semana Santa, millones de personas consumen bacalao como parte de una tradición que se remonta siglos atrás. Lo que hoy es una receta popular, fue durante mucho tiempo un reto logístico monumental.

¿Sabías que…

…el bacalao fue uno de los primeros productos perecederos que impulsó redes logísticas transoceánicas?

Durante siglos, la abstinencia de carne en Cuaresma y Semana Santa generó una demanda masiva de pescado. Pero había un problema: cómo transportarlo a larga distancia sin que se estropeara. La respuesta fue el bacalao salado y seco: duradero, fácil de almacenar y transportar.

A partir del siglo XV, flotas vascas, portuguesas, francesas e inglesas partieron hacia Terranova y otras costas del Atlántico Norte. Allí capturaban, salaban y secaban el bacalao en tierra firme, para luego enviarlo de vuelta a Europa a tiempo para la Cuaresma. Se crearon rutas, acuerdos, puertos y sistemas de distribución que funcionaban con la precisión de una gran cadena logística… siglos antes del contenedor.

Lo que comenzó como una necesidad religiosa se convirtió en una de las primeras redes globales de transporte de alimentos. Y su impacto comercial y geopolítico fue enorme.

Silencio, trabajo y sal: la epopeya vasca del bacalao

Durante más de dos siglos, los marinos vascos desarrollaron una de las operaciones logísticas más impresionantes del mundo premoderno: cada primavera partían de puertos como San Sebastián, Bermeo o Pasaia hacia los bancos de Terranova, donde pescaban, salaban y secaban el bacalao en tierra firme para después transportarlo a Europa. Su dominio técnico y organizativo fue tal que llegaron a mover flotas de hasta 20 embarcaciones al año y 2.000 hombres por temporada. Incluso mantuvieron en secreto sus caladeros hasta que otras potencias los descubrieron. Aquella red transatlántica, impulsada por la demanda de pescado en Cuaresma, convirtió al bacalao en el primer gran producto perecedero gestionado con lógica industrial… cinco siglos antes de la cadena de frío.

NOLIVEA sigue fiel a su compromiso de transportar productos que requieren urgencia, nuestro equipo experto en carga perecedera trabaja a diario para garantizar que todo lo que tiene una vida útil limitada llegue puntualmente, en perfectas condiciones y sin desvíos. Porque trasladar productos perecederos no se trata solo de logística, sino de confianza.

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